viernes, 1 de agosto de 2014

Cultura (Pascal Boyer)

CULTURA: un concepto que debería retirarse del discurso científico.
Por Pascal Boyer.
(Traducción española de Maximiliano Paesani)

La cultura es como los árboles. Sí, hay árboles alrededor. Pero eso no significa que podamos tener una ciencia de los árboles. Tener una noción burda de 'árbol' es útil para las serpientes que merodean y caen sobre sobre sus presas, para los pájaros que construyen nidos, para los humanos tratando de escapar de perros rabiosos, y por supuesto para los diseñadores de paisajes. Pero la noción carece de uso para los científicos. No hay nada más que averiguar, p. ej. para explicar el crecimiento, reproducción, evolución, que pueda aplicarse a todas las cosas, y sólo a ellas, que los humanos, serpientes y pájaros piensan como 'árboles'. Nada más que pueda aplicarse tanto a pinos como a robles, tanto a baobabs y a hierbas monstruosas como el banano.

¿Por qué pensamos que hay tal cosa como la cultura? Como 'árbol', es un término muy conveniente. Lo usamos para designar toda una serie de cosas que sentimos requieren un término general, como la enorme cantidad de información que los humanos adquieren de otros humanos, o el conjunto de conceptos idiosincráticos o normas que hallamos en ciertos grupos humanos pero no en otros. No hay evidencia que ninguno de esos dominios corresponda a un conjunto propio de cosas que la ciencia pueda estudiar y sobre el que pueda ofrecer hipótesis generales o describir mecanismos.

No me malinterprete -podemos y debemos involucrarnos en el estudio científico de 'cosas culturales'-. Contrariamente al extraño oscurantismo de muchos sociólogos, historiadores o antropólogos tradicionales, la conducta y comunicación humanas pueden y deben estudiarse en términos de sus causas naturales. Pero esto no implica que vaya a haber o deba existir una ciencia de la cultura en general.

Podemos llevar adelante estudios científicos de principios generales de la conducta y comunicación humanas -eso es lo que biología, psicología y neurociencia pueden hacer- pero eso es un dominio más amplio que la 'cultura'. Recíprocamente, podemos llevar adelante estudios científicos en dominios tales como la transmisión de tecnologías, o la persistencia de las normas de coordinación, o la estabilidad de la etiqueta -pero estos son dominios mucho más estrechos que la 'cultura'. Sobre cosas culturales, como tales, dudo que una buena ciencia pueda decir algo.

Esto en cierta manera no es sorprendente. Cuando decimos que cierta noción o conducta es "cultural", solo estamos diciendo que mantiene cierta similitud con nociones y conductas de otra gente. Esto es un hecho estadístico. No nos dice mucho acerca sobre los procesos que causaron la conducta o la noción. Como lo dice Dan Sperber, las culturas son epidemias de representaciones mentales. Pero el conocer los hechos epidemiológicos -que esta idea es común mientras que aquella es rara- carece de utilidad si usted no conoce la fisiología, por así decirlo -cómo la idea ha sido adquirida, almacenada, modificada, cómo conecta con otras representaciones y con la conducta. podemos decir muchas cosas interesantes sobre la dinámica de transmisión, y académicos desde Bob Boyd y Pete Richerson a modeladores más recientes han hecho justamente eso. Pero tales modelos no intentan explicar por qué la cosas culturales son de la manera que son -y probablemente no hay una respuesta general a eso.

¿Es la idea de cultura realmente una Cosa Mala? Sí, una creencia en la cultura como un dominio de fenómenos ha lastrado el desarrollo de una ciencia apropiada de la conducta grupal humana -lo que debería ser el dominio de las ciencias sociales.

Primero, si usted cree que existe tal cosa como la 'cultura', naturalmente tenderá a pensar que existe un dominio especial de la realidad con sus propias leyes. Pero resulta ser que no podrá encontrar los principios causales unificadores (porque no existe ninguno). Entonces, se maravilla ante la espléndida variedad y diversidad de la cultura. Pero la cultura es espléndidamente diversa solo porque no es un dominio en absoluto, al modo en que existe una maravillosa variedad en el dominio de los objetos blancos o en el dominio de las personas más jóvenes que Sócrates.

Segundo, si usted cree en la cultura como en una cosa, le parecerá normal que la cultura deba ser la misma entre individuos o entre generaciones. Entonces, usted tratará como no problemático el fenómeno que es ampliamente improbable y merece una explicación especial. La comunicación humana no procede por transferencia directa de representaciones mentales desde un cerebro a otro. Consiste en inferencias a partir de las conductas y preferencias de otras personas, que raramente, si alguna vez, conduce a la replicación de ideas. Que tales procesos puedan conducir a una representación aproximadamente estable entre un gran número de personas es un maravilloso, anti-entrópico proceso que clama por una explicación.

Tercero, si usted cree en la cultura termina creyendo en la magia. Dirá que ciertas personas se comportan de cierta manera debido a la "cultura China" o a la "cultura Musulmana". En otras palabras, intentará explicar fenómenos materiales -representaciones y conductas- en términos de entidades no-materiales, un hecho estadístico sobre similitud. Pero la similitud no causa nada. Lo que causa la conducta son estados mentales.

Algunos de nosotros deseamos contribuir a una ciencia natural de los seres humanos en tanto interactúan y forman grupos. No tenemos ninguna necesidad para el equivalente en ciencias sociales del flogisto, la noción de cultura.

[N. del T.: el presente artículo es la respuesta de Boyer a la pregunta anual de la publicación web edge.org ¿Qué concepto científico está listo para el retiro?]